La ritidoplastia o lifting facial es la cirugía de rejuvenecimiento facial que consiste en posicionar la piel, músculos y tejidos grasos de la cara y región cervical con el fin de revertir los cambios producidos por la gravedad y el envejecimiento.

Este procedimiento suele durar entre 3 y 6 horas. En él se pueden tratar distintas regiones de la cara y el cuello, posicionando las cicatrices en zonas donde serán mínimamente visibles, y se realiza bajo anestesia general y en régimen hospitalario de entre 1 y 3 días de internación tras la cirugía.

En cuanto a la recuperación, los cambios son notorios desde los primeros días de postoperatorio, pero el edema suele ser importante sobre todo las primeras 3 a 4 semanas, por lo que los resultados más definitivos se ven a partir de los 3 a 6 meses.